Mejor blog

Mejor blog

domingo, 21 de febrero de 2016

trastorno esquizoafectivo tipo bipolar.

Alteraciones en el estado de ánimo y síntomas característicos de la psicosis. En líneas muy generales así podríamos definir el trastorno esquizoafectivo, una enfermedad que puede presentarse en cualquier momento de la vida, pero que con frecuencia aparece entre los 15 y los 25 años. El nombre fue empleado por primera vez en 1933 por el psiquiatra Jacob Kasanin para referirse a un subtipo de esquizofrenia de bastante buen pronóstico.
Hasta donde se conoce hoy en día, se cree que el trastorno esquizoafectivo es menos común que la esquizofrenia y los trastornos del estado de ánimo, y que además afecta con más frecuencia a mujeres que a hombres.
Existen dos tipos de trastornos esquizoafectivos, el de tipo bipolar y el de tipo depresivo. Mientras que el de tipo depresivo hace referencia a aquellas personas que presentan síntomas psicóticos únicamente durante las fases de depresión, el de tipo bipolar describe a aquellas que experimentan síntomas psicóticos incluso cuando no están deprimidas.
Las personas que padecen trastorno esquizoafectivo de tipo bipolar desarrollan su enfermedad de una manera similar a aquellas con trastorno bipolar tipo 1 (experimentando fases de manía y de depresión), pero además presentan síntomas psicóticos cuando no atraviesan por ninguna de estas etapas; esto es, sufren síntomas psicóticos cuando se encuentran en eutimia, cuando están estables.
¿Cuáles son sus síntomas?
Aunque son diferentes en cada persona, a menudo quienes padecen este trastorno suelen presentar síntomas de psicosis y cambios en el estado de ánimo que se manifiestan de forma más concreta en cosas como:
- Cambios en el apetito y la energía. Y cualquiera de los síntomas que podrían apreciarse en un estado maníaco-depresivo.
- Discurso desorganizado e ilógico. Piensan de forma acelerada, las ideas se atropellan y suelen ser muy dispares y a menudo sin sentido.
- Falsas creencias o delirios como pensar que alguien está tratando de hacerles daño (paranoia) o pensar que pueden interpretar mensajes ocultos en algunos lugares comunes (delirios de referencia).
- Falta de interés por la higiene o el aseo personal.
- Dificultades para conciliar el sueño y problemas de concentración. Se distraen con mucha facilidad y les cuesta mantenerse enfocados en una tarea durante mucho tiempo.
- Tristeza o desesperanza, uno de los síntomas más característicos de los periodos de depresión.
- Ver o escuchar cosas que no existen (alucinaciones).
- Verborrea. Hablan por los codos y a menudo resulta imposible interrumpirles.
- Aislamiento social. Tienden a dejar de relacionarse con los demás, actuando como si viviesen en su “propio mundo”.
¿Cómo se trata?
Al igual que varían los síntomas, también lo hace el tratamiento. Eso sí, en todos los casos es fundamental acudir a un médico especialista para concretar el diagnóstico y empezar a tratar la enfermedad. Por lo general, el psiquiatra lo que hace es emplear medicamentos antipsicóticos para tratar los síntomas psicóticos, y usar antidepresivos o estabilizadores del ánimo para tratar de controlar las alteraciones del estado de ánimo.
De la misma forma, también resulta importante la psicoterapia, que puede ser de gran ayuda a la hora de tratar asuntos como la adherencia al tratamiento, el conocimiento de la enfermedad, la resolución de problemas o el mantenimiento de las relaciones interpersonales. Por su parte, la terapia de grupo puede ser también muy útil a la hora de afrontar problemas como el aislamiento social.
Las personas con trastorno esquizoafectivo de tipo bipolar tienen una mayor probabilidad de controlar la enfermedad que otras personas con otros trastornos psicóticos más severos. Sin embargo, es muy importante que cumplan con el tratamiento a rajatabla; un tratamiento que además suele ser prolongado y al que no todo el mundo responde igual y con la misma rapidez.
Autor: Equipo Editorial

© People Who Global, iStock.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario