No me gusta derramar ni una lágrima por cosas que en verdad, no son para llorar.
No podemos armar un aguacero en llantos en problemas banales, estúpidos, idiotas, que no , no lo merecen.
Que te quiero, aunque loca éste, que ya lo sabías, antes de entrar en mi cama, que me quieres, que te quiero.
Que gilipollas, parezco al citar estos versos,
Pero, como dijo alguien; déjame que te ame todavía aun más, aunque llores, aunque rias, aunque duermas, y ante todo digan lo que digan.
Que nos tiene que dar en verdad igual!
Mi vida.
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