La coprolalia es una enfermedad neurológica que afecta a los impulsos del habla que resulta en el uso incontrolable e involuntario de malas palabras, palabras despectivas, u otras palabras o frases que tienden a ser consideradas ofensivas o socialmente inaceptables.
Síntomas
Además de la explosión repentina de palabras, el discurso en sí mismo puede ser más alto o hablado con un tono diferente de lo normal. Esta condición tiende a asociarse como un síntoma del síndrome de Tourette, un trastorno neurológico que causa tics o movimientos incontrolables. Con menos frecuencia, puede ser un síntoma de otras alteraciones neurológicas.
Aunque la coprolalia a menudo se asocia principalmente con una persona involuntariamente diciendo malas palabras, que puede implicar el uso de cualquier palabra que se considere inapropiada. Por ejemplo, una persona con la afección puede dejar escapar involuntariamente insultos raciales o utilizar palabras que puedan ser consideradas vulgares. Esto puede dar lugar a la vergüenza grave o ansiedad social para las personas con la afección. Además de decir palabras en voz alta, la enfermedad también puede causar que una persona repita mentalmente palabras inapropiadas, por lo que es difícil concentrarse.
Causas
La coprolalia se piensa que es el resultado de un tipo de mal funcionamiento de ciertos neurotransmisores, que son sustancias químicas que el cerebro transporta por todo el cuerpo.
Los neurotransmisores entregan mensajes a las diferentes áreas del cuerpo desde el cerebro que desencadenan movimientos u otras acciones. Si algo sale mal con el transporte de neurotransmisores, puede causar que el cuerpo produzca por error impulsos que el cerebro no quiere. Esto puede da lugar a movimientos y habla incontrolables.
No se sabe de forma concluyente qué causa el cerebro de una persona a tener estos fallos de neurotransmisores, pero la genética se cree que es un posible culpable.
Tratamiento
Dado que la causa exacta de la coprolalia no se sabe a ciencia cierta, la condición no tiene cura probada, sin embargo, se puede tratar de reducir la prevalencia y severidad de los arrebatos incontrolables.
Uno de los tipos más comunes de la posible opción de tratamiento es el uso de la toxina botulínica, también se hace referencia más comúnmente como Botox, un tipo de bacteria tóxica que puede ser inyectada cerca de las cuerdas vocales. El Botox paraliza temporalmente los músculos cerca de la zona de la inyección y puede tranquilizar los arrebatos verbales, pero no por lo general no reduce su prevalencia.
Algunas personas pueden encontrar una mayor frecuencia en el habla incontrolable cuando están experimentando altos niveles de estrés, por lo que algunos pacientes pueden encontrar trabajo con un terapeuta para aprender ejercicios de reducción de estrés contribuye a disminuir la severidad de la condición.
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